Palma15/06/21 9:49
Pablo Casado se marchó el domingo de la plaza de Colón con dos certezas: la enorme popularidad de la que goza Isabel Díaz Ayuso en las calles de Madrid y el aprieto en el que la presidenta de la Comunidad madrileña sometió al PP al mezclar al Rey en la campaña contra el indulto a los políticos catalanes. Cuando Díaz Ayuso involucró a Felipe VI en el debate preguntándose en público «qué va hacer el rey de España a partir de ahora». «¿Va firmar los indultos? ¿Le van a hacer cómplice de esto?», la única presidenta autonómica del PP que había acudido a la manifestación no pretendía meter presión al Monarca, pero a ojos de la mayoría y, sobre todo, a los de los independentistas, lo parecía.
1 comentario
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No es ningún patinazo, sólo ha constatado un hecho realmente preocupante, que nuestro Rey es rehén de las decisiones políticas del Congreso, sean éstas decisiones de la naturaleza que sean. O dicho de otra manera, nuestro Jefe de Estado carece del instrumento legal de la objeción de conciencia y es obligado a firmar lo que le pongan delante, tema que nos debería preocupar bastante porque nos está indicando la fragilidad instucional de nuestra democracia. ¿O acaso ustedes firmarían todo? Pues eso.