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La presidenta Marga Prohens dio a conocer este martes las primeras medidas del decreto de emergencia habitacional, diseñado por la Conselleria d'Habitatge. Destaca que se permitirá la división de grandes pisos y casas unifamiliares hasta un mínimo de 60 metros cuadrados; el aumento de alturas en edificios ya construidos y dar uso de vivienda a locales comerciales. También se abre la posibilidad de reconvertir hoteles en viviendas y acabar edificios fuera de ordenación en suelo urbano. Los pisos que se obtengan no estarán en el mercado libre porque tendrán que ser de VPO o con precio tasado.

El decreto marca unos precios que deberán ser respetados y aplicados. El objetivo de estas iniciativas, a las que seguirán otras, consiste en conseguir nueva vivienda de forma rápida a precio tasado. Las asociaciones profesionales del sector inmobiliario y la construcción manifestaron su apoyo a todas estas actuaciones. Las patronales ya advirtieron en el anterior mandato que limitar el crecimiento y aplicar restricciones urbanísticas elevará el precio de la vivienda en las Islas.

Encarecimiento del precio.

Estos últimos años los precios han registrado un progresivo encarecimiento, de un 90 por cien en el alquiler y un 80 por cien en la compra, dificultando el acceso de una gran parte de la población a un hogar. En Balears se necesitan 16,4 años de sueldo íntegro para adquirir una vivienda, lo que se ha convertido en un problema social que demanda soluciones. Lluís Apesteguia, líder de Més per Mallorca, ha declarado que «en ocho años no se ha conseguido dar un solución a la falta de vivienda».

Decreto de emergencia habitacional.

El ex director general de Vivienda del Govern del Pacte, Eduardo Robsy, ya advirtió que Balears necesita construir 7.000 viviendas al año, por el incremento de la población. El Govern Prohens quiere dar respuesta al problema con el decreto de emergencia habitacional. Los resultados determinarán su acierto y eficacia.