Pablo Campos Maya es quizás el mayor narcotraficante que ha habido en Palma y durante los últimos veinte años ha comprado masivamente propiedades en la calle Teix y en la barriada de La Soledat, a su nombre o con sociedades y testaferros. En la operación ‘Jaque Mate’ de la Guardia Civil de la semana pasada se descubrió que había construido un palacete agrupando varias casas. Bajo la mansión estaba excavando un enorme túnel de más de treinta metros, para escapar si se veía en apuros. Sin embargo, lo más llamativo de todo este asunto, dejando la lacra del narcotráfico a un lado, es la impunidad absoluta con la que ha llevaba a cabo sus proyectos urbanísticos del todo ilegales, sin que nadie del Ajuntament de Palma (cuando gobernaban los socialistas o los populares, indistintamente) le haya parado los pies. Cualquier ciudadano sería expedientado y multado si osara construir una altura de más o modificara sin licencia su vivienda. Sobre todo porque desde el aire estas alteraciones son detectables. Con ‘El Pablo’, en cambio, esto no ha ocurrido. Y habría que preguntarse por qué.
El escándalo urbanístico de ‘El Pablo’ en la Soledat
Palma22/03/24 0:30
También en Opinión
- La motorista en estado crítico tras un accidente en la UIB es una doctora residente de Pediatría en Son Espases
- Muere un hombre tras chocar contra un muro y quedar encerrado en su coche ardiendo
- Los turistas británicos, indignados con el precio del alcohol en Mallorca: «No volveremos»
- La mujer que denunció a un conductor del TIB: «Me dijo que si quería hablar el catalán fuera a Cataluña»
- La víctima del café con insectos se sincera en TikTok y muestra las fotos de su ingreso en el hospital