Días atrás un vecino de la calle Manacor de Palma fue detenido por la Policía Nacional porque había colocado un candado en la entrada de un solar okupado. El caso ha disparado las muestras de solidaridad con el jubilado, que pasó un día en los calabozos, y ha vuelto a poner de manifiesto que la preocupación por las okupaciones va en aumento en Balears. Otro ejemplo reciente tuvo lugar en Cala Major, donde se desplazó una comisión judicial para que un banco tomara posesión de un apartamento cuyo dueño -ya fallecido- no había pagado las mensualidades de la hipoteca. Lo más llamativo es que en el rellano de la escalera, mientras un cerrajero abría la puerta para que pudieran acceder al interior, había cola de okupas interesados en quedarse con la vivienda. Incluso llegaron a pelearse entre ellos para determinar quién había llegado primero y, por ende, tenía derecho a entrar.
La preocupación por las okupaciones va en aumento
Palma22/04/24 0:30
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