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La violencia en el fútbol base de Balears no cesa. A pesar de las esfuerzos de la Federació de Futbol de les Illes Balears (FFIB), de las campañas, de los lemas en las camisetas de los colegiados ‘No insultes’ o ‘No grites’, esta lacra sigue tiñendo de vergúenza nuestro fútbol semana tras semana. El episodio que se vivió ayer en el campo de s’Arenal, con una pelea en las gradas entre padres en un partido de niños de nueve años, debe hacer reflexionar a todos los estamentos para castigar con dureza a los agresores e imponer sanciones económicas importantes para que, de esta forma, los individuos violentos se lo piensen a la hora de agredir. Es intolerable que unos niños de la categoria benjamín se levanten ilusionados un sábado por la mañana para reunirse con sus compañeros y disfrutar jugando un partido de fútbol y acaben llorando y sin ganas de volver a pisar un campo porque han presenciado la pelea de sus padres...

Una jornada sin padres.

Una de las medidas de presión podría ser la celebración de una jornada sin padres en la grada. Cada fin de semana hay casi 900 partidos y la violencia, según los datos que maneja la propia FFIB, apenas supone un 0,02%. Pero hay que tomar soluciones drásticas y de forma urgente. Una jornada sin padres podría servir para tomar conciencia del daño que episodios como el sucedido ayer en s’Arenal hace a nuestro fútbol y a nuestra sociedad.

Intervención de las autoridades.

Las autoridades también deben asumir sus responsabilidades porque la FFIB se encuentra atada de pies y manos cuando los incidentes se producen en la grada o incluso en los aledaños de los campos de fútbol. La Federación que preside Jordi Horrach se ha empeñado en acabar con la violencia con numerosas campañas desde que llegó a la presidencia. Pero, lamentablemente, los episodios no cesan. La vergonzosa pelea de ayer en s’Arenal debería servir para tomar medidas más drásticas.