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De un tiempo a esta parte, en el aeropuerto de Palma se han instalado un grupo de sin techo que buscan seguridad y un lugar donde dormir en las áreas de paso de aquellas instalaciones aeroportuarias. Los indigentes buscan restos de comida y bebida en los cubos de basura, pero tratan de pasar desapercibidos para no llamar la atención y que no tengan que abandonar el recinto. Muchos de ellos cuentan que algunos albergues de Palma no son muy recomendables y que pernoctar por la noche en la ciudad es muy peligroso. Se trata, sin duda, de un auténtico drama. Las autoridades están desbordadas por el elevadísimo número de personas sin recursos que no tienen casa y que deambulan de un punto a otro, en busca de un techo. La crisis económica, y sobre todo los precios por las nubes de los alquileres, han condenado a una parte de la sociedad a malvivir en la calle. Cada día, los palmesanos vemos a más y más marginados durmiendo en cajeros automáticos o en portales. El caso más reciente se da en la calle Emili Darder, en Palma, donde han instalado colchones a la entrada de una ferretería y algunos indigentes pasan la noche allí, al raso.

Llega el invierno.

La situación es especialmente dramática. En el aeropuerto las condiciones de frío y calor son soportables, pero en la calle, ahora que llega el invierno y las temperaturas se van a desplomar, muchos de estos infortunados corren el riesgo de morir de frío. La Administración debe velar por ellos y buscarles un techo digno.

Previsiones negativas.

En este sentido, los responsables en materia social advierten de que las previsiones son negativas y que todo apunta a que el número de sin techo irá en aumento no solo en la capital, sino también en la Part Forana. Una triste realidad que se ceba con un colectivo tan vulnerable y que solo puede ser respondida con solidaridad.