Un cese que va más allá de la política y debe ser aclarado

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El coordinador general de Izquierda Unida en Balears, Juanjo Martínez, acepta cesar «de forma temporal» en las funciones de este cargo político tras negar ser autor de abusos de ningún tipo y anunciar la interposición de una querella por injurias y calumnias contra la líder de Podemos en las Islas, Lucía Muñoz. Martínez insiste, en un comunicado, que «la información inicialmente revelada de forma anónima es absolutamente falsa». Responde a las acusaciones por presuntos abusos y actitudes machistas publicadas en la cuenta de Instagram Abusos_Baleares. Es cierto que a Martínez le ampara la presunción de inocencia porque «ninguna denuncia ha llegado a Esquerra Unida de les Illes Balears que me pueda vincular con actitudes contrarias a la igualdad de las personas». Y porque no existen «expedientes internos en el seno de la organización contra mí». Ante la gravedad de los hechos que señalan a Martínez es preciso llegar al fondo de la cuestión para esclarecer qué ha ocurrido porque, efectivamente, «la transparencia es imprescindible para dar luz sobre las afirmaciones que se vienen difundiendo de forma pública», ya que las acusaciones no han sido acreditadas ni probadas.

«Campaña de desprestigio». También hay que aclarar las críticas de Martínez a Muñoz, a quien acusa de promover «una evidente campaña de desprestigio» motivada por los acuerdos preelectorales firmados por Podemos Balears e IU-Balears. Implican que la diputada de Podemos en el Parlament, Cristina Gómez, debe dimitir en el ecuador de la legislatura para ser sustituida por un miembro de IU.

Explicaciones y responsabilidades. Este caso, con aspectos muy oscuros, llegó ayer al Parlament, cuando la presidenta Prohens aludió las «pancartas feministas con un abusador sexual en el Ajuntament de Palma». No es una disputa entre Podemos e IU, sino una cuestión con derivadas penales que exige explicaciones y responsabilidades.