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Este viernes es muy catalán y, por tanto, podría ser muy histórico si al final Pere Aragonès , líder de ERC en ausencia del líder encarcelado Junqueras y que hace días pactó con la CUP dejando de lado a los posconvergentes de Junts, resulta investido president de la Generalitat. Porque el sueño secular de ERC, un partido con vocación centenaria de estar en misa y repicando, ser a la vez de izquierdas y de derechas, radical y moderado, unilateral y democrático, es presidir Catalunya otra vez, como en tiempos de Companys . Impredecible dentro de una monotonía, como todo partido nacionalista, ERC aspira a serlo todo, el alfa y el omega, el yin y el yang, y de ahí que si cuando Puigdemont dudaba entre declarar la independencia o convocar elecciones, le acusaron en masa de traidor a la patria y de hacer llorar a Marta Rovira , luego han logrado que el radical sea siempre el prófugo de Waterloo, y ellos los demócratas dialogantes (los beatos), ganándoles así, por fin y por los pelos, las últimas elecciones. Ardid que naturalmente no les impidió pactar en secreto con los antisistema de la CUP y seguir siendo los moderados tras comprometerse a «un nuevo embate democrático», un referéndum acorde con la célebre máxima de Junqueras: «Lo hicimos para poder volver a hacerlo». Y si ese pacto implica reformar a los Mossos, según la CUP casi una fuerza de ocupación, pues se reforman. Todo por la patria. Conocí a ERC en tiempos de Heribert Barrera , menudo pájaro, y no me sorprende nada este comportamiento. Si Catalunya fuese un triángulo, ERC intentaría ocupar los tres vértices y un cuarto ilusorio por si acaso. Ahora, además, han conseguido que los extremistas sean los de Junts (lo son), cosa fácil comparado con su logro más extraordinario. Que todo el mundo les considere un partido de izquierdas. Si después de algunos intentos de la presidenta del Parlament, Laura Borràs , por demorar el pleno, hoy se confirma la investidura de Aragonès como president catalán, será una jornada histórica. Otra. ERC, por fin, al frente de Catalunya. Y si no, también será histórica. Todo lo es, hasta la parálisis, cuando se está en un proceso histórico.