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En la Asociación Española Contra el Cáncer perseguimos dos objetivos muy claros en cuanto a tabaco se refiere: que los espacios libres del humo sean una realidad en el año 2022 en España y que las personas que cumplan 18 años en 2030 no hayan fumado  nunca. Sobran los motivos para luchar por ello. El humo del tabaco puede producir cáncer en aquellos que fuman y también en los que respiran el humo de otros. Es más, el 22 % de la población mayor de 15 años fuma y expone a ese humo ambiental al 78 % restante: así lo detalla el Instituto Nacional de Estadística en su última Encuesta Nacional de Salud, correspondiente al año 2020.

En nuestro país, los menores no pueden elegir libremente respirar aire libre del tabaco en espacios públicos y son ellos los más vulnerables en la exposición al humo ambiental. Estos dos ejemplos son desgarradores: a día de hoy, hay restos de humo ambiental del tabaco en el 95,1 % de las terrazas y en el 46 % de los accesos a los centros escolares. Por si fuera poco, 9 de cada 10 fumadores fuma delante de menores. ¿Cómo es posible que, aun sabiendo lo que sabemos, los adultos expongan a los menores a este peligro? No hay que olvidar que solo la exposición al humo del tabaco provoca el contacto con 70 sustancias cancerígenas.

Es triste decir que la normalización del consumo de tabaco entre los jóvenes aún persiste en nuestro entorno. Comienzan a fumar a una edad temprana porque lo ven como algo habitual. La edad media de inicio en el consumo de tabaco es de 14,1 años, siendo la mayor parte chicas, y su humo provoca más riesgo de desarrollar, además de diferentes tipos de cáncer y de enfermedades cardiacas en la edad adulta, 50 % más de otitis, un 20 % más de crisis asmáticas y un 30 % más de infecciones respiratorias. A subrayar que el tabaco es el causante de un tercio de todos los casos de cáncer ya que está relacionado causalmente directa o indirectamente con 16 tipos distintos: cáncer de pulmón, laringe, orofaringe, vejiga, páncreas, boca, esófago, hígado y vías biliares, estómago, riñón, mama femenina y colon. Al año, mata a más de 50.000 personas solo en España. ¡Se tratan de muertes prematuras! Es hora de poner fin a este despropósito, ¿verdad?

Por todo ello, desde la AECC reclamamos al Ministerio de Sanidad que amplíe la Ley Antitabaco y, en este sentido, no se permita fumar en espacios donde haya menores, en especial parques, espacios deportivos y también coches. Las medidas que existen actualmente en materia de regulación del tabaquismo nos parecen claramente insuficientes y deben ser implementadas cuanto antes. La AECC ayudará sin desmayo en esta línea de trabajo preventivo, ya que la prevención del cáncer es uno de sus objetivos básicos de misión –junto al apoyo a los enfermos de cáncer y a sus familias y el soporte a la investigación oncológica– porque sin ninguna duda la prevención es la mejor arma frente a cualquier enfermedad, la más eficaz, efectiva y eficiente. Entre todos, eliminemos el tabaco de nuestras vidas, educando para no iniciar el consumo y ayudando a quien lo hace a dejarlo.