El franquismo prohibió las asociaciones, pero no pudo impedir que se crearan en la clandestinidad ni la lucha por derechos y libertades. La supuesta ‘democracia’ legalizó la libertad de asociación, pero al mismo tiempo empezó a destruir tejido asociativo. Lo primero fue proclamar que ya no era necesario porque se disponía del voto para delegar las soluciones en los elegidos, seguido de los intentos para convertir las asociaciones en instrumentos dóciles y legitimadores de sus políticas. Luego llegó la división por sectores de actividad, las exigencias burocráticas y tecnócratas, tremendamente desalentadoras para la iniciativa ciudadana, las dificultades para acceder a los recursos públicos y una administración cada día más alejada e inaccesible.
Mirando el otoño
Palma29/08/22 3:59
También en Opinión
- Alerta por chubascos fuertes y tormentas en Mallorca
- Todo listo para la inauguración del nuevo Los Rafaeles
- Fallece el primer turista de la temporada: un joven se precipita desde la azotea de un hotel de s'Arenal
- La Fiesta del Cine vuelve con entradas a 3,5 euros
- Una joven de 26 años, herida crítica en un accidente a la altura de la UIB
Sin comentarios
Para comentar es necesario estar registrado en Ultima Hora
De momento no hay comentarios.