A nadie le gusta que le llamen gordo, pero todos sabemos cómo andamos de peso y de grasa corporal. Vamos, que cualquier persona gorda sabe que está gorda. ¿Es gordo un insulto? Yo diría que es una descripción, similar a alto, bajo, rubio, chato o encorvado. Lo que pasa es que pisamos terreno delicado y las muy sensibles pieles de la nueva generación exigen tacto de seda. Por eso los editores de Penguin han sacado el rotulador rojo y se han puesto a revisar la obra de Roald Dhal, autor de obras universales. El tipo debía ser en vida bastante irreverente –murió en 1990, justo cuando terminaba el mundo anterior a este– y en sus páginas se leen adjetivos como «enormemente gordo» y hay quien encuentra en sus letras rastros de misoginia, racismo y antisemitismo.
Menos gordos
Palma24/02/23 0:29
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3 comentarios
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Otro gran autor que ha visto su obra, censurada y de alguna manera "violada"; igual que hicieron con Hergé en su día. Patético, absurdo, un verdadero disparate, que en el fondo tiene un componente económico por quien explote los derechos de difusión...
Algo así como la mal llamada Memoria Democrática....retocada al gusto de unos y disgusto de la REAL?
No sé si es peor tener un protagonista obeso y llamarlo gordo como en el caso de Dahl, o sencillamente invisibilizar a todo el colectivo como ocurre en la actualidad.