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Estamos ya a las puertas de la campaña electoral del próximo 28 de mayo, una cita que –como casi siempre en Balears– genera muchas dudas sobre el resultado final. La polarización ideológica es casi simétrica entre la derecha y la izquierda, las alternativas –con la excepción de José Ramón Bauzá en 2011 a favor del PP– siempre se han producido por un margen escaso de escaños; el desequilibrio de las distintas circunscripciones acaba siendo determinante en la composición final del Parlament. Esas son las reglas.

El otro día coincidí con un histórico fontanero del PP balear, bregado en las confrontaciones electorales en todos los ámbitos posibles en las Islas. Como no podía ser de otro modo se mostró confiado en la victoria de los conservadores, aunque, eso sí, con la inevitable colaboración de Vox. Al igual que muchos otros militantes, en el PP se hace una clara diferencia entre el candidato la derecha radical a Palma, Fulgencio Coll, y el que encabeza la lista autonómica, Jorge Campos. Es curioso, en las filas socialistas no se establecen matices, saben de antemano que haya quien haya en Més o Unidas Podemos la alianza se sellará si la suma logra la mayoría necesaria para que Francina Armengol continúe cuatro años más en el Consolat de la Mar.

Así se entiende la insistencia de Marga Prohens para distanciarse de Vox, y en especial de Campos. Reeditar un pacto como el gobierno de Castilla-La Mancha produce escalofríos en la sede de la calle del Palau Reial, las diferencias en muchos aspectos son profundas –como en el caso de la lengua, por ejemplo–, pero mucho más en el terreno personal y estratégico. Sólo una diferencia notable del PP sobre Vox en el número de escaños puede ayudar a paliar el problema después del 28-M si llega el caso.

En este contexto, los resultados electorales en la circunscripción de Eivissa pueden acabar siendo determinantes para la conformación final de una mayoría en el Parlament. Ya lo fue en 2003 para que Jaume Matas también obtuviera la mayoría absoluta. Todo indica que ahora, dos décadas después, puede volver a repetirse la situación ya que el avance conservador da la impresión de estar en condiciones de arrollar a la izquierda, en especial por la debilidad de los socialistas y la nefasta gestión de los podemitas. El cartel de ambas formaciones es nefasto y el PP ibicenco podría enviar hasta siete u ocho diputados a Palma. Poca broma.

El papelón de Bolaños
ignoro si la decisión del ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, de acudir a los actos de la fiesta autonómica del 2 de mayo en Madrid fue personal o impuesta; de lo que no cabe duda es que fue un error de bulto. El primero es acudir a un acto institucional fuera de tu ámbito –la organización corría a cargo de la comunidad autónoma– sin que se haya cursado ninguna invitación explícita, y en segundo lugar pretender colarse en el palco de honor. No logro entender cómo desde el palacio de la Moncloa se persevera en el enfrentamiento directo con Isabel Díaz Ayuso, cuando el Gobierno está en otro plano institucional. Será que a los asesores de Pedro Sánchez les cuesta entender de Madrid no es España.