Acausa del conocido axioma de que si muchos repiten mucho una mentira acaba siendo verdad, la insistencia es tendencia. Y más en periodo electoral, cuando la tendencia de todas tendencias es insistir, persistir, reiterar y percutir. Lo que ha sido toda la vida la función de los pesados, los latosos y los impertinentes, y ahora es el abecé de la ciencia política. Qué pesadez, qué lata. Los embusteros no me preocupan demasiado, un cierto nivel de mentiras y tonterías es muy necesario para el bien común y el mantenimiento de la civilización, pero si son de los insistentes incansables, pesados a más no poder y capaces de aburrir a las propias ostras, eso ya es otro cantar. Palabras mayores. Casi prefiero a un canalla que a un latoso, y si con el primero aún se puede dialogar y tomar una cerveza, del segundo hay que huir en cuanto le ves venir, pues si no te sujetará por el codo, te acercará la cara exageradamente y te salpicará de saliva con sus peroratas. Interminables, insistentes, reiterativas.
La insistencia es tendencia
21/05/23 0:29
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