No deja de tener su gracia el hecho de que hoy, en esta sociedad espectacular de la carita sonriente y el corazoncito perenne, estar fatal esté tan de moda. Parece una contradicción. Pero no lo es tanto, me parece. El hecho de tener que estar constantemente demostrando lo felices que somos en todas partes lleva aparejada una fatiga monumental. Y, claro, las consecuencias se dejan ver en seguida. Los hay que, ante tal desbordamiento, intentan calmar su ansiedad practicando el lanzamiento de hachas –sí, existe–, solos o en compañía, sacando su lado más canalla –lo dice la propaganda– y soltando adrenalina –también lo dice–. Otros, quizá con menos suerte, caen en un estado depresivo que ni con todas las hachas del mundo se puede curar. Y ahí es donde radica eso que está tan de moda: en propagar a los cuatro vientos lo tristes, cansados, deprimidos y anhedónicos que estamos. No falla.
Estar fatal está de moda
Palma07/06/23 0:29
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2 comentarios
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Visibilizar estas realidades era algo necesario, pero claro, siempre habrá algo por lo que quejarse, incluso por las personas que “presumen” de estar mal…
Buff, tema muy delicado y complicado de no meter la pata. Que de cada vez somos más "flojos" comparados con generaciones anteriores? Es evidente, llevamos muchas décadas sin penurias de las serías. Que en la sociedad del postureo y del perfil alto, todo el mundo se apunta al "quien no llora no mama", también. Pero por otro lado hay una corriente que trata de que temas como la depresión y el suicidio dejen de ser tabú, y si eso puede ayudar a determinadas personas, pues habrá que aceptarlo. Sí es cierto que la banalización y el abuso de este tipo de expresiones y actitudes provocan que el día que realmente hace falta escuchar y apoyar a alguien, estemos menos receptivos. Y no siempre es fácil saber quién dice la verdad y quién tiene mucho cuento.