Dice un ególatra multimillonario australiano, Tim Gurner, cuya única función es firmar con pluma de oro multitud de papeles abajo a la derecha, que «los empleados ganan demasiado y deben recordar que trabajan para sus jefes, no al revés». Sin vacilaciones, ha mostrado al típico individuo codicioso que especula y roba porque le sale de donde no digo y humilla sin vergüenza al resto porque sabe muy bien cómo funciona el entramado mundial: generar pobreza para oprimir al obrero con la malévola intención de incrementar las ganancias a costa de su padecer. No les importa ser el embrión de la escasez mundial con tal de salir beneficiados y seguir siendo intocables porque los ricachones siempre han tenido conciencia de clase; nosotros, dos o tres, arriba; vosotros, billones de súbditos, abajo. Se les han proporcionado las armas para someter al resto y saben que la norma habitual es que estrujando al pueblo siempre vencen. Resulta una utopía imaginar que las clases trabajadoras se organicen para impedir que se apropien del derecho a vivir dignamente porque vivimos en un planeta donde el miedo acaba por corroer cualquier pensamiento de lucha. Para ello agrega que «los despidos masivos podría frenar su arrogancia y mejorar la productividad». Sabe de primera mano que si se palpa «dolor en la economía», aumentando la tasa de desempleo casi un 50 % los trabajadores rebajarán no sólo sus pretensiones si no a ellos mismos. A muchos les resultará atractiva la firmeza de sus inmisericordes palabras, que no le tiemble el pulso cuando se refiere a las personas como ganado porcino, y les gustaría ver a un fulano similar en una serie de Netflix al estilo de House of Cards, poder, dinero, ostentación, lujo y caviar. Sin embargo, no se debe olvidar que es simplemente uno más de los miserables sanguinarios que asesinan al mundo cada día un poquito.
Asesinos mundiales
Palma19/09/23 0:29
También en Opinión
- Estas son las principales novedades en el transporte público para 2025
- El sinhogarismo llega a la Part Forana: Primeros asentamientos en Inca
- La Generalitat valenciana dice que «el Gobierno llega tarde» con sus grupos de trabajo para reconstrucción tras la DANA
- Un hombre se enfrenta a 30 años de cárcel por violar de forma continuada a su hija de 12 años en Andratx
- Un tiburón de cinco metros salta a la barca de unos pescadores
2 comentarios
Para comentar es necesario estar registrado en Ultima Hora
Capitalisme i moralitat són incompatibles. Per tant, el neoliberalisme és immoral
Con todos los respetos eso es del siglo pasado y esta revolución fracaso, entre otras cosas porque los que crean empresas RENTABLES y PUESTOS DE TRABAJOS PRODUCTIVOS son los que arriesgan su capital y su fortuna en una EMPRESA que la mayoría de las veces va MAL. Por cierto ASESINOS LOS HAY....( EN TODAS PARTES)