Cuántos años llevan con la matraca de los coches eléctricos? ¿Con la soga al cuello, cada vez más prieta, del cambio climático? ¿Con la amenaza de un apocalipsis inminente? Se diría que hay urgencia por revertir las dichosas emisiones que provocan el calentamiento global. Y se diría que casi cualquier medio sirve para detener el deterioro medioambiental. ¿Verdad? Pues no tanto. Europa es pequeñita. Y débil. Un reducto de bienestar donde vivimos bien y queremos seguir igual. Es lógico. Se pueden contar con los dedos las regiones del mundo donde eso ocurre. La burbuja de felicidad debe conservarse intacta. Parecía imprescindible desechar los millones de vehículos contaminantes que recorren nuestras calles y carreteras y sustituirlos por de cero emisiones. Pero, ay, esa carrera contrarreloj para evitar el punto de no retorno tiene muchos baches. El más obvio es que los coches eléctricos son caros. Carísimos para los bolsillos de la depauperada España. Por eso solo son abundantes en Noruega. China, la fábrica del mundo, ha encontrado la solución perfecta: ya produce coches eléctricos baratos con una autonomía más que respetable. Unos diez mil euros cuestan. Pareciera que es la cuadratura del círculo. Se lo compramos todo a China, así que esto no sería más que otro eslabón en nuestra interminable cadena de dependencia. Pues no, de eso nada. De favorecer que la clase trabajadora acceda a estos vehículos a bajo precio, nada de nada. Faltaría más. El sector automovilístico europeo se resentiría por no saber competir. Así que Europa, la burbuja, vuelve a cerrarse y se plantea ya subir los aranceles a la importación para evitar que esos coches que, decían, eran la salvación del planeta, lleguen a nuestras manos.
Jugarretas
24/09/23 7:24
También en Opinión
- La bebida que cada vez bebemos menos, evita la pérdida de memoria y mejora mucho la concentración
- Nadal, nuevo vicepresidente del Real Madrid
- Los camioneros lo tienen claro: este es el mejor restaurante de carretera de Mallorca
- Este es el queso de Mercadona que se cuela entre los mejores del mundo
- Ni estufas ni calentadores: Lidl trae la nueva revolución para calentar el hogar
2 comentarios
Para comentar es necesario estar registrado en Ultima Hora
China ha conseguido el monopolio, casi completo, sobre las materias primas necesarias para fabricar las baterías de los coches eléctricos, sean chinos, americanos o europeos, tiene la llave del coche eléctrico y marca el precio del suministro de baterías a todos los fabricantes del mundo, por ello no es descabellado aplicarle aranceles por tres motivos, primero por controlar los precios de las baterías ( 50 % del valor del coche ), segundo por competir con mano de obra a precios de saldo y tercero por contaminar el medio ambiente que queremos proteger con el coche eléctrico.
Europa no té matèries primeres i cada vegada li costa més robar-les als estats pobres. Per això la guerra d'Ucraïna.. per això el canvi de model de cotxe.