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El historiador Tomeu Garí, regidor de Més en Porreres, acaba de publicar un capítulo con las 17 mujeres asesinadas en Mallorca durante la Guerra Civil. Es un relato estremecedor incluido en el libro titulado La Guerra Civil i el Franquisme (Illa Edicions), en el que también participo con un resumen de la Batalla de Mallorca. Garí afirma que «la represión en femenino está llena de historias sangrantes, escalofriantes y llenas de silencios». Gracias a las últimas investigaciones, sabemos el nombre de todas menos el de una. Este es el gran enigma.

La represión contra las mujeres se produjo en dos momentos muy concretos: en el contexto de la Batalla de Mallorca (agosto-septiembre de 1936) y en las sacas de la prisión de enero de 1937. Las 17 tuvieron en común tres cosas: la ausencia de juicio, la clandestinidad del suceso y la afiliación falangista de los agresores.

La primera asesinada fue Margalida Jaume Vanrell, natural de Llubí y madre de dos hijas. Le acusaron junto a su marido de tener una emisora clandestina y ayudar a las milicias antifascistas de Bayo. Ambos fueron fusilados en el cementerio de Son Coletes (Manacor).

La siguiente fue Gabriela Grimalt Sitjar, natural de Manacor y con dos hijas. Un falangista la asesinó a sangre fría solo por desobedecerle. El caso fue juzgado demasiado tarde y el delito quedó prescrito.
A la manacorina Magdalena Bassa Galmés la buscaban también por auxiliar a las tropas de Bayo y la asesinaron porque se negó a revelar el paradero de su marido. Dos vecinos aseguran que antes fue violada.

Tras la batalla, cinco milicianas comunistas que quedaron prisioneras también fueron violadas y ejecutadas. Se llamaban Daría y Mercedes Buxadé Adroher, María García Sanchís y Teresa Bellera Cerneli. El nombre de la quinta es todavía un enigma. Solo sabemos que es la autora de un valioso diario de guerra que los falangistas publicaron en la prensa poco después. Existe una foto de ellas poco antes de morir y la miliciana desconocida es la única que mira a la cámara, con actitud desafiante y expresión de furia. Hace unos meses encontraron tres cuerpos en Son Coletes que podrían ser ellas. El 18 de septiembre de 1936 se produjo el crimen más salvaje. La socialista palmesana Pilar Sánchez Llabrés, de 33 años y madre de cuatro hijos, fue violada y arrastrada por un coche en las afueras de Sencelles. Después, le pegaron dos tiros. Su cuerpo sigue desaparecido.

En octubre fue el turno de la también socialista palmesana Juana Vaño Morales, cuyos restos aparecieron en una fosa de Calvià en 2018. Su cuerpo fue el primero exhumado de una fosa de la guerra en Baleares.

La noche de reyes de 1937 fue de las más trágicas del conflicto. Ese día, varios desconocidos sacaron a cuatro comunistas de la prisión de mujeres de Palma y las asesinaron en Manacor. Se llamaban Aurora Picornell Femenies, Catalina Flaquer Pasqual, y las dos hijas de esta: Maria y Antònia Pasqual Flaquer. Añadieron al grupo una más: Belarmina González Rodríguez. Eran conocidas como las Rojas del Molinar porque las cuatro primeras vivían allí. Sus restos fueron hallados hace un año.

Las últimas de la lista fueron Francesca Llull Font y su hija Francesca Salas Llull, militantes de Esquerra Republicana en Manacor asesinadas el 8 de enero de 1937. Sus cuerpos fueron identificados en 2021.
En total, se han encontrado ocho. Todavía faltan nueve.