Si existen criaturas inteligentes y civilizaciones avanzadas en planetas remotos, pero no alcachofas, ni setas, ni anchoas, ni pan con tomate, ni fermentados, quizá no valga la pena conocer esas culturas galácticas, ni desplazarse tan lejos. No tiene sentido ir a un lugar sin cebada, es decir, sin whisky ni cerveza, cuando si se trata de exotismo se puede viajar fácilmente, digamos, a la famosa cervecería Trindade, en el Chiado, Lisboa, situada en un antiguo convento donde te sirven excelente bacalao y los mejores langostinos. Exotismos, los justos. Y mejor si están cercanos. Lo que quiero decir es que si a mí me abducen unos extraterrestres cien veces más inteligentes que nosotros, y con una cultura de millones de años que lo sabe todo, lo primero que preguntaría no es cuántos universos paralelos existen, ni si la ecuación de Dirac es acertada, ni si existe la gravedad cuántica de bucles, sino qué se come aquí. No me gusta perder el tiempo, ni siquiera en viajes estelares capaces de curvar y hacer nudos con el propio tiempo. Y si la respuesta telepática no me convence (no hay langostinos), les diría por señas «Mi casa, mi casa…», dando a entender a esas inteligencias superiores que prefiero largarme. Ya, por favor, que tengo otros compromisos. Porque sabemos qué comen los zombis, pero no las civilizaciones extraterrestres avanzadas. ¿Matemáticas? ¿Papillas de símbolos? ¿Bosones y fotones salteados? Si no tienen gastrónomos, ni chefs creativos, ni restaurantes de once dimensiones enroscadas, la verdad es que me da igual, pero si desconocen las frutas y verduras, las bebidas alcohólicas y el aceite de oliva, y encima su colosal inteligencia les prohíbe fumar, mi interés por ellos decae hasta extinguirse. ¿Y si esos extraterrestres disponen de los conocimientos físicos y filosóficos para salvar a la humanidad y hacerla feliz? Pero esa posibilidad ya la descarté al primer vistazo. Qué conocimientos van a tener unos tipos que ni comen, ni beben ni fuman. Vale, aún no está comprobado; ignoramos qué comen los seres siderales. Se busca en el cosmos vida inteligente, no comida. Igual es por eso que no la encontramos. Repito. Aquí qué se come es la gran pregunta.
Aquí qué se come
01/10/23 0:29
También en Opinión
- El Gobierno prorrogará finalmente todo el año la gratuidad del transporte en Baleares
- Un coche atropella a una multitud en un mercado navideño en Alemania
- Herida grave una joven tras un brutal accidente en Inca
- Noche trágica en las carreteras de Mallorca: cinco accidentes se saldan con dos fallecidos, dos heridos graves y cuatro leves
- «Es una alegría, la verdad, porque no tenemos demasiado dinero para recargar»
1 comentario
Para comentar es necesario estar registrado en Ultima Hora
Avisa, y si no se come bien, no se bebe bien o no se fuma...pueden quedarse tranquilos donde estén ( porque de lo otro tampoco habrá)