Palma26/02/24 0:30
No me refiero a pasadizos, que suelen ser secretos, sino a los pasillos normales y corrientes, esos que llevan de un lado a otro de la casa, y de la sensatez a la locura a poco que te descuides. Además de embaldosado de buenas intenciones, el infierno también está lleno de pasillos interminables, con puertas numeradas a ambos lados (sí, como un hotel), la mayoría muy estrechos y poco iluminados, aunque los más espaciosos son peores, porque tienen bancos con gente de aspecto alelado esperando delante de alguna puerta (como en las clínicas), y no hay peor tormento que el de la espera. Quizá de ahí viene la expresión «hacer pasillo», sinónimo de deambular sin rumbo y largas demoras. Ah, la maldad intrínseca de los pasillos.
1 comentario
Para comentar es necesario estar registrado en Ultima Hora
Una altra joia literària!!!