El mes pasado, sentí un gran orgullo al escribir sobre nuestro distinguido compatriota de Manacor y su elección de representar a la federación de tenis de Arabia Saudí. Sin embargo, jamás imaginé que pronto volvería a mencionar a Manacor, debido a los recientes incidentes que han resurgido en el pueblo, poniendo de nuevo en primer plano el tema de la convivencia y el papel del islam en un entorno tan cercano como lo es Manacor.
Hoy en día, el Islam en Europa cuenta con más de 20 millones de seguidores y se posiciona como la segunda religión más practicada después del cristianismo. Países como Alemania y Francia acogen a la mayoría de los musulmanes en el continente. Aunque la presencia musulmana en Europa tiene raíces en los movimientos migratorios recientes, existen áreas de mayoría musulmana en los Balcanes desde la Edad Media, como Albania, Kosovo y Bosnia-Herzegovina.
El Islam en las instituciones europeas se enfrenta a desafíos, estando entre un martillo político influenciado por la iglesia y que tiende a demonizar esta religión, y por otro lado del ‘yunque' político, que aboga por la laicidad sin comprender que esta no está en conflicto con el Islam. Además, se observa una utilización geoestratégica del islam en el ámbito internacional, donde grupos extremistas son erróneamente posicionados como representantes del islam, a pesar de no reflejar las creencias de la mayoría de los 2 mil millones de musulmanes en el mundo.
Los musulmanes en Europa se ven constantemente obligados a justificar sus prácticas religiosas y su presencia en la sociedad. Se cuestiona la necesidad de mezquitas, mientras que no se debate el mantenimiento de iglesias vacías financiadas por todos los ciudadanos. También se enfrentan a la crítica por su vestimenta ‘tapada', mientras que no se cuestiona la vestimenta ‘medio desnuda'. El ayuno durante el Ramadán y otras prácticas religiosas son malinterpretadas o cuestionadas, mientras que prácticas similares de la cultura occidental son aceptadas sin reparos como es el caso del ayuno intermitente.
La religión, en última instancia, es una práctica personal que define la relación entre el individuo y su creador. Trasladar esta relación al ámbito público implica responsabilidades y deberes tanto para los musulmanes europeos como para la sociedad en general. La integración de las poblaciones musulmanas de Europa aún espera un avance significativo en el ámbito institucional y cultural, como lo refleja el choque reciente en Manacor, que nos invita a reflexionar sobre el equilibrio entre el conflicto y la normalización en la convivencia multicultural.
8 comentarios
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Lamentable artículo defendiendo lo indefendible.
Esta gente habla de tolerancia pero solamente de los demás hacia ellos, no de ellos hacia los demás.
Me parece un artículo repugnante, cargado de tópicos e HIPOCRESÍA. El lobo con piel de cordero. Ahora va a resultar que el Islam es tolerante y profesa la convivencia pacífica y la tolerancia con otras creencias, ya, claro, como ocurre en los paises árabes. Cuando haya iglesias en la Meca podrá haber mezquitas en Europa. Tardamos 800 años en quitarnos esas ideas medievales y evolucionar a la libertad y ahora resulta que tenemos que ser "tolerantes" con una ideología que no acepta nuestra cultura y cuyo objetivo es destruirla ......... venga ya.
No sé cómo permitís este artículo en plena Semana Santa. Es una vergüenza. Y no me habléis de libertad de expresión porque estáis censurando comentarios.
Som i SeremVIVA ISRAEL
Donde vayas INTÉGRATE. Hablamos del Corán y Guerra Santa? Ni todos buenos ni todos malos PERO MÁS INTEGRACIÓN y RESPETO a las costumbres y leyes del país en el que pretendes comenzar una nueva vida.
Em sembla molt raonable el seu article, però crec que no va fins el moll de l'os, que no és un altre que el xoc entre els valors occidentals i els valors islàmics, que per exemple no accepten la llibertat de credo religiós o la igualtat entre dones i homes. Angela Merkel va dir: " L'Islam és benvingut sempre que reconegui els nostres valors fonamentals. La percepció de l'Islam es caracteritza per l'aplicació de la llei religiosa, l'absència d'igualtat entre homes i dones i, en alguns casos, els assassinats per honor, fets inadmisibles per els nostros valors" I això també és molt raonable. Oposar-se a aquets valors no és racisme ni et situa a nivell de Pp/Vox
Hem de deixar els amics imaginaris, ja som grandets. Això sí, és curiós que els cristians no vulguin musulmans per ser africans quan el cristianisme és una religió Palestina..