He observado, no sin cierta perplejidad moral, que conforme pasa el tiempo y me adentro en la vejez, cada vez hay más cosas importantes que me dan igual. Me refiero a cosas serias, de las que no sólo influyen en la actualidad sino en las vidas de la gente, y que deberían importarme. Y no es así, ni reparo en ellas, me traen sin cuidado. Nuestra polémica entre monarquía y república, por ejemplo, que los diez años de reinado de Felipe VI convirtieron en asunto fundamental para muchos. No para mí, que ni presté atención. Qué más da. Y lo del CGPJ, si se renueva o no se renueva de una vez tras cinco años caducado. Es igual, que hagan lo que les dé la gana. A estas alturas, los asuntos judiciales me resultan indiferentes, lo que digan los jueces, ellos sabrán. No me interesa, como tampoco si España se rompe por fin, hay otro referéndum y se independiza o no se independiza Catalunya. La amnistía, la financiación singular y los forcejeos catalanes, internos y externos, me dan lo mismo, Y eso que a juzgar por el espacio mediático que ocupan son muy importantes. Puede que sea fatiga, o achaques de la vejez, pero cada vez hay más cosas importantes que me dan igual. Y eso que según los literatos, los viejos sufrimos el fenómeno contrario. Al andar ya un poco justos de tiempo, nos desinteresamos de naderías y chorradas para ceñirnos sólo a lo importante. Bueno, eso dicen, porque a mí las naderías me gustan, me entretienen, a veces me alegran la vida. Y lo importante no, nada. Viendo un telediario, descubrí que también me daba igual Biden que Trump, y tirando de ese hilo de alarmante desinterés llegue a un ovillo. Mi actual indiferencia no es sólo necedad, como temía, ni achaques de la edad, sino fatiga del mal menor. Tras décadas buscando y eligiendo el mal menor en cada situación, y habiendo encajado ya miles de males menores para evitar los mayores, sea porque muchos males menores equivalen a uno grande o porque ya no crees en esa disyuntiva permanente, te entra de pronto la fatiga del mal menor, y todo te da igual. Eso será, puesto que también me da igual la IA, internet, los teléfonos móviles, el fútbol, el cine, la actualidad. No pasa nada, sólo estoy algo fatigado.
La fatiga del mal menor
Palma28/06/24 0:30
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