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EN EL otoño de 2021 iba a enquistarse la crisis económica que la pandemia comenzó. Lo auguraban los voceros mediáticos de la derecha: el PSOE perdido, Pedro Sánchez a la calle... No pasó. Lo mismo debía ocurrir en las temporadas de 2022, 2023… Vamos por la cuarta ocasión con igual previsión. Ningún dato avala que vaya a ser ahora. La semana pasada conocíamos que la economía creció en el segundo trimestre un 2,9 %. La nacional y la baleárica.

UNA COINCIDENCIA llamativa,    sea dicho de paso y como paréntesis. El año anterior la regional superó por mucho a la general: 3,7 % ante el 2,5 %. Un 48 % por encima. Ahora, en los tres meses primaverales, empate. Dado el volumen de visitantes y su gasto, que fue de récord –otra vez–, quizás alguien debería atender al dato. Puede que el modelo económico isleño de casi monocultivo de la industria de los forasteros ya no sea tan esplendoroso como antaño. Cerrado el ínterin.

CON LA economía creciendo a ese nivel es difícil que exista un decisivo voto de castigo al PSOE. La percepción que cada cual tiene de la cartera propia y la familiar determina en buena parte de los casos el color de la papeleta a urnas que elige. Con el país político y electoral dividido por mitades, con el PSOE apoyándose sobre nacionalistas e izquierdistas para gobernar y con la diferencia que en escaños manifiesta este bloque ante el de la oposición –formado por PP y Vox–, que es mínima pero suficiente, si la pugna entre ambos bandos se mantiene en la ideología, como hasta ahora, las posibilidades de Feijóo de llegar a la presidencia son menores que las de Sánchez de mantenerse en ella. Porque con la auto ubicación de más ciudadanos en el progresismo que en su opuesto resulta ser la crisis económica el elemento rompedor que alza de forma decisiva el voto a la derecha, como pasó con las victorias del PP de 1996 y 2011. Si las cosas del comer van bien para el ciudadano, no existe ese plus que consiga quebrar el pantano que es el empate entre bloques con inclinación a favor de la izquierda. Por eso los sondeos siguen reflejando que el PSOE no es castigado.