La mitología griega cuenta que Afrodita, diosa del amor, plantó el primer granado en la zona de Tesalia, razón por la que todavía se relaciona a la granada con el deseo sexual y la belleza. Pero lo cierto es que los poetas griegos casi todo lo relacionaban con el sexo y la belleza (sí, como Freud), y ya había granados en los maravillosos jardines colgantes de Babilonia. Normal, puesto que se trata de un árbol originario de Persia, y de allí sacaron los griegos, como quien no quiere la cosa, un buen pellizco de lo que luego fue la famosa cultura occidental. Esto lo sé, naturalmente, por el profesor Bernat, gran experto en la antigua Persia. Los fenicios adoraban las granadas y las extendieron por todo el Mediterráneo, aunque antes habían llegado a India, China (allí fabricaban un vinillo ligero) y Japón, donde al ser los japoneses como son, convirtieron este hermoso árbol en un jodido bonsái.
Tiempo de granadas
29/09/24 0:30
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1 comentario
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Sacar sus más de 600 granos tienen la culpa de que se coma poco. Yo la como cada año muchas veces