Que un juez te llame a declarar por protagonizar un presunto episodio de odio contra una represaliada franquista -como es el caso de Aurora Picornell- es una cuestión baladí para el presidente del Parlament, Gabriel Le Senne. Para él, los jueces están para tratar «cosas más serias», aunque conviene recordar que el incidente tuvo lugar en la Sala de las Cariàtides en el transcurso de un pleno. Le Senne hace tiempo que debería haber dejado el cargo por voluntad propia, su incapacidad personal es más que evidente, y en todo caso aquellos que le apoyaron -el PP de Marga Prohens- deberían haber explicitado su rechazo forzando su desalojo. Jugar con fuego es peligroso y las probabilidades de quemarse se multiplican, basta recordar los comentarios que adornaron la llegada de este personaje de la ultraderecha a la escena política balear. Resulta que ahora quiere hacernos creer que hubiera actuado de la misma manera con un retrato de Francisco Franco Bahamonde, caudillo de España por la Gracia de Dios. Lo habría enmarcado. Menudo tipo.
Las cosas más serias
Palma01/10/24 4:00
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Es tremenda la cacería política y mediática de los grandes plumas de Baleares como Gabriel Le Senne, comenzando por Matías Valles y terminando por Ventayol. Ni siquiera Le Senne puede hacer ahora twits irónicos e inteligentes a declaraciones altisonantes de la concejal Vivas, twits por cierto anteriores a ocupar la presidencia del parlamento. Aquí no hay delito de odio por ninguna parte porque este presupone una instigación deliberada y premeditada para atacar a alguien por razones de raza, sexo... Aquí lo que hay son unos jueces acoquinados que siguen adelante con la causa por miedo a sufrir lo que el reo Le Senne está sufriendo: un linchamiento mediático. Aunque sean conscientes de que no hay nada de nada. Sencillamente "cosas serias" eso de ser linchado por los medios, señor Ventayol, erigido en el último defensor de la democracia y la autonomía.