Que un juez te llame a declarar por protagonizar un presunto episodio de odio contra una represaliada franquista -como es el caso de Aurora Picornell- es una cuestión baladí para el presidente del Parlament, Gabriel Le Senne. Para él, los jueces están para tratar «cosas más serias», aunque conviene recordar que el incidente tuvo lugar en la Sala de las Cariàtides en el transcurso de un pleno. Le Senne hace tiempo que debería haber dejado el cargo por voluntad propia, su incapacidad personal es más que evidente, y en todo caso aquellos que le apoyaron -el PP de Marga Prohens- deberían haber explicitado su rechazo forzando su desalojo. Jugar con fuego es peligroso y las probabilidades de quemarse se multiplican, basta recordar los comentarios que adornaron la llegada de este personaje de la ultraderecha a la escena política balear. Resulta que ahora quiere hacernos creer que hubiera actuado de la misma manera con un retrato de Francisco Franco Bahamonde, caudillo de España por la Gracia de Dios. Lo habría enmarcado. Menudo tipo.
Al que las cosas no parece que le vayan bien es al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, a cuenta de su relación con el presidente de Junts, Carles Puigdemont. La argolla que le puso Puchi al inicio de la legislatura cada vez aprieta más el cuello del socialista. La voracidad de las exigencias que se reclaman cada día desde Waterloo obligan a la escenificación de un ridículo insoportable por parte de los dirigentes socialistas, empezando por la vicepresidenta primera y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, que ya no sabe cómo explicar la singularidad de la nueva financiación autonómica que se le concederá a Catalunya. Tratar de convencer de que la cuadratura del círculo es posible sólo cabe en una mente enfermiza por el poder, y así se comporta Sánchez y toda su corte. Con todo el desparpajo del mundo se admite que la opción de lograr unos nuevos presupuestos se tiene que negociar en Suiza, pretenden que se normalice lo insólito e inadmisible. Tiene que ser muy triste gobernar a golpe de ucase de Puigdemont transmitido por Santos Cerdán.
El revisionismo histórico que pretende imponer la presidenta electa de México con respecto a España y su papel como potencia colonizadora, ha sido acogido con entusiasmo por determinados grupos políticos, en especial al no invitar al rey Felipe VI a los actos de la toma de posesión. Deseo que los mismos portavoces que se vanaglorian de la postura del gobierno mejicano tengan los mismos arrestos para pedir perdón por el holocausto musulmán que supuso la conquista de Mallorca por parte de las tropas de Jaume I. Lo digo por si conviene ir revisando lo revisemos todo. También lo más cercano.
Otra política
Todos los concejales del Ajuntament d’Alcúdia han participado en un montaje audiovisual con motivo del Día Mundial de las Lenguas. Nada, una anécdota, pero los ediles de los diferentes grupos políticos -sin distinción ideológica- han querido dar su bon dia en hasta 21 idiomas distintos, un gesto amable y simpático que quizá no sería factible en otros ámbitos de la política balear o estatal. Siempre se ha dicho que la acción política cambia cuando hay cercanía con el ciudadano, un detalle que se olvida con demasiada frecuencia.
1 comentario
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Es tremenda la cacería política y mediática de los grandes plumas de Baleares como Gabriel Le Senne, comenzando por Matías Valles y terminando por Ventayol. Ni siquiera Le Senne puede hacer ahora twits irónicos e inteligentes a declaraciones altisonantes de la concejal Vivas, twits por cierto anteriores a ocupar la presidencia del parlamento. Aquí no hay delito de odio por ninguna parte porque este presupone una instigación deliberada y premeditada para atacar a alguien por razones de raza, sexo... Aquí lo que hay son unos jueces acoquinados que siguen adelante con la causa por miedo a sufrir lo que el reo Le Senne está sufriendo: un linchamiento mediático. Aunque sean conscientes de que no hay nada de nada. Sencillamente "cosas serias" eso de ser linchado por los medios, señor Ventayol, erigido en el último defensor de la democracia y la autonomía.