Un español o española que se precie no está nunca ni bien ni mal. Siempre estará regular, tirando, ni fú ni fá, medio medio, ya ves, pichín, pichán; o así, así. El Gobierno de España se ha dado cuenta y ha lanzado como idea las bajas a medias. Un trabajador que está enfermo puede ir al curro a ratos. Ni sí ni no. El asalariado cuántico. El trabajo os hará sanos pareciera. Pero no. La propuesta olvida temas fundamentales. El primero es teológico. Trabajar es un castigo divino. «Te ganarás el pan con el sudor de tu frente». Con la otra maldición del Génesis, la de parir con dolor, la ciencia ha hecho avances asombrosos y constantes. Se ignora qué pasa con la primera, por mucha inteligencia artificial que se patente porque la jornada laboral sigue igual.
En el país del regulín
Palma07/10/24 4:00
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1 comentario
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El nivel de nuestro Consejo de Ministros no pasaría la prueba del algodón ni de la Primaria de los años 80... Exactamente igual en conocimientos y en diversiones; Cada vez que los imagino veo un corro de mozalbetes (y mozalbetas, no se me revolucionen) armados con una lupa alrededor de un hormiguero... Y no, no están investigando con la lupa, adivinen qué hacen con ella y el sol, y quienes son las hormigas...