Acaba de estrenarse en el Centro Dramático Nacional la obra 1936 escrita por Albert Boronat, Juan Cavestany, Andrés Lima y Juan Mayorga, dirigida por el propio Andrés Lima. Condensar lo que fue la guerra de España en una obra de teatro de cuatro horas es una tarea que requiere talento, experiencia, compromiso y, sobre todo, una labor ingente de documentación. Eso es lo que ha permitido llevar a escena 1936, una obra que llega a lo más hondo desde la primera escena. Ocho intérpretes en estado de gracia (Antonio Durán ‘Morris’, Alba Flores, Nathalia Hernández, María Morales, Paco Ochoa, Blanca Portillo, Guillermo Toledo y Juan Vinuesa, acompañados en todo momento por los componentes de Coro de Jóvenes de Madrid), dan vida a diferentes personajes, desde Franco a La Pasionaria, de George Orwell a Queipo de Llano, de Azaña a José Antonio Primo de Rivera y a un sinfín de protagonistas más de aquel terrible periodo de nuestra historia que nunca deberíamos olvidar. Cuarenta años de silencio en la dictadura y cuarenta de olvido en la democracia han permitido que se asiente un relato interesado que habla de dos ‘bandos’, a los que equipara y que dice que «todos cometieron barbaridades» y que califica a nuestra guerra de ‘civil’ obviando que en ella intervinieron la aviación de Hitler, la de Mussolini o las brigadas internacionales. Nuestra guerra no fue una guerra civil, sino la primera batalla de la lucha contra el fascismo que fue la Segunda Guerra Mundial.
1936
Palma05/12/24 4:00
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A derecha e izquierda se han elaborado dos grandes relatos ‘morales’ opuestos en relación a la II Republica y la Guerra Civil: A la Derecha, el relato seria: La Republica estuvo marcada desde el principio por la intolerancia, el sectarismo, la violencia y el ataque a los católicos, redactando una Constitución que excluía a la mitad de la población, y rechazando cualquier proyecto alternativo, aunque estuviera legitimado por las urnas (Revolucion de Asturias) A la Izquierda, el relato sería: La Republica fue el gran proyecto modernizador de una España atrasada e injusta, que pretendía establecer una democracia avanzada; en definitiva, un experimento noble solo aplastado por los reaccionarios y los fascistas. Obviamente, ambos relatos resultan insuficientes, simplificadores y parciales. La Republica fue las dos cosas a la vez: tanto un experimento inicialmente loable en sus intenciones, como sectario y torpe en su ejecución. Tal como dijo el sociólogo JJ Linz: “la Republica es un proceso de declive continuo”. O el historiador Santos Julia: “la Republica no acabo de consolidarse nunca”. Como conclusión, si hubiera que sintetizar la responsabilidad de cada uno, estas fueron: Los Republicanos (de izquierdas) anteponiendo Republica a Democracia. Los Socialistas anteponiendo Socialismo a República, y Revolución a Democracia. Las Derechas, anteponiendo sus valores conservadores a todos los demás. Tal como ha dicho el historiador Moradiellos: “el regimen republicano ni supo ni pudo aplicar una estrategia reformista que calmara el espíritu reaccionario de la derecha; ni el ardor revolucionario/totalitario de la izquierda”…. Creo que después de tantos años es hora de que vayamos madurando….