Elecciones

PUEDE que los sondeos sonrían al PP balear, pero los cementerios políticos rebosan de triunfadores demoscópicos enterrados tras una inopinada derrota en las urnas reales. Convocar a votar a la parroquia isleña sin el paraguas nacional podría suponer con facilidad que los dos grandes partidos tuvieran menos apoyos absolutos y relativos que en 2023. En cambio es casi seguro que las fuerzas autoctonistas sacarían igual cantidad de sufragios, lo que dispararía sus porcentajes y por ende recogerían más diputados en su conjunto. Y en ese panorama que la suma del PP y Vox pudiera, como óptimo resultado, sumar escaños para dar el segundo mandato a Marga Prohens resultaría una opción muy achicada. Porque habría que contar con el PI, que por poco que tenga en el zurrón, una participación más baja del habitual 60 % –que podría ser entre el 35 % y 55 %– la daría dos diputados. Iago Negueruela podría llegar a la presidencia, pues que volviera antes de tiempo Francina Armengol supondría crear un problema para Pedro Sánchez y eso en este PSOE no parece una actitud conveniente. En resumen: no tendría sentido lógico alguno que la presidenta convocara a urnas en solitario en Baleares.

NO habrá elecciones en España –de forma regular– hasta finales de la primavera de 2026, cuando    Andalucía empezará el nuevo ciclo. Otra cosa es que Feijóo, según cómo vaya el circo en Madrid, fuerce la convocatoria de urnas regionales el mismo día en Andalucía, Comunidad Valenciana, Baleares… como ‘primera vuelta’ de las siguientes a Cortes, con la voluntad de erosionar a PSOE y Vox.