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El pasado viernes 11-11-11 hubo varias bodas en el Castillo de Bellver entre ellas la de mi hijo. Pero lo más increíble es que los exteriores del castillo, incluída la rampa de minusválidos por la que tuvimos que subir a tientas con una silla de ruedas, ESTABA TOTALMENTE A OSCURAS. A los novios con sus cuidados trajes y coches preparados para la ocasión había que imaginárselos entre las breves luces de los flashes porque TODO EL ALUMBRADO PÚBLICO, POR EL CUAL PAGAMOS TODOS LOS CIUDADANOS CON NUESTROS CARÍSIMOS IMPUESTOS, ESTABA TOTALMENTE APAGADO!, Una vergüenza digna de un país tercermundista, por cierto, algunos invitados que procedían de "países pobres" NO PODIAN CREÉRSELO además de una falta de consideración para los contrayentes y sus invitados que acuden con sus colas y tacones o con sus años a cuestas a jugarse el tipo bajando a tientas resbaladizas escaleras de piedra además húmedas por el rocío.