Seguramente este problema es más visible en esta calle, por ser más céntrica y transitada, pero lo mismo se puede ver por las barriadas, con el agravante de los vetustos postes de madera y sus cables atravesando la calle, algunos a seis metros de altura. Creo que ya va siendo hora de que la autoridad competente le ponga las pilas a las empresas a quien correspondan dichos cabreados y se les obligue a enterrarlos debidamente. Creo que todos nos veríamos beneficiados.