Sólo veo quejas de que una u otra papelera está llena, o si éste o aquel rincon está más sucio. Poco nos fijamos cuando los ciudadanos, como en este caso, hacemos un uso abusivo e incorrecto del sanecan, privando a los usuarios de los mismos de su correcta utilización. Esto, creo, no es culpa del personal de EMAYA, sino de la poca conciencia ciudadana.