En junio de 2017 los vecinos del Pasaje Son Real de Palma enviamos un escrito con 102 firmas de protesta por un Caniparc ubicado totalmente entre viviendas. El eco de los ladridos es insoportable, sobre todo porque carece de horario y se utiliza a discreción en la noche. Esa queja «se extravió sospechosamente». La hemos reiterado un año después y seguimos igual. Tenemos multitud de vídeos que demuestran las molestias, pero no nos permiten aportarlos, alegando que la prueba admitida sólo es la que aporte un agente policial. Es indignante.