En la calle Joan Miro , hay zonas de acera que invaden el inmobilario de comercios y hay que ir en fila como los indios o las personas descapacitados mas dificil para poder pasar.

-Es lo que me aseguró un amigo cercano, que después de hacerle una visita y hablar sobre nuestras cosas, me comentó que lo pasa bastante mal a la hora de pasar por su Farmacia a por su medicación. Mi amigo, que padece una discapacidad que le obliga a utilizar una silla de ruedas, dice que recorrer la calle de un lado para otro se convierte en una verdadera odisea, y la verdad es que no me extraña. Frente al centro de ocio Porto Pi, en la calle Joan Miró, la cantidad de mobiliario que hay de los locales es una auténtica barbaridad. Yo que no tengo ningún tipo de impedimento para caminar ya se me hace complicado para pasar. La verdad es que la calle entera a este lado de la acera parece una sola terraza llega de gente sentada en esas sillas rojas. El caso es que me puse a mirar si era normal que estos locales se adueñasen de la acera de esta manera. Por lo visto, según la normativa que regula todo este tema de las terrazas, se deben dejar de 2 a 5 metros en función del tráfico peatonal, es decir, que como mínimo tendrían que poder pasar 2 personas, una al lado de otra, sin ningún tipo de problema, y la gente tiene que pasar en “fila india” y con cuidado. Yo pediría que, por favor, se limitase el espacio que ocupan estas terrazas para que pueda pasar la gente, entre ellos mi amigo, y que si siguen incumpliendo de forma reiterada la normativa sobre terrazas que apliquen el artículo 9 de la misma y que les quiten la licencia a estos locales.