Crónica Negra, con Julio Bastida y Javier Jiménez | Silvia Díaz
El 5 de noviembre de 2002, Maria Antònia Colom Vich, de 48 años, apareció degollada y quemada en una cuneta de la carretera que une Inca con Llubí. La víctima era una funcionaria del Govern balear, y tras una exhaustiva investigación de la Guardia Civil, cuatro acusados se sentaron en el banquillo y el jurado popular condenó a dos de ellos: Patricio Arturo, el asesino confeso, y su novia Olivia. Los investigadores creen que el robo de un lote de joyas desencadenó el crimen y el condenado ecuatoriano, en cambio, sostuvo que se sentía acosado permanentemente por la mallorquina, con la que había mantenido una relación.