Ainhoa Sansó y Javier Jiménez en 'Crónica negra'.

Era un jueves 2 de abril de 1992, y unos turistas descendieron con dificultad por unos acantilados de la exclusiva urbanización Sunset Gardens, en El Toro, Calvià. De repente, entre unas rocas, cerca del mar, repararon en una manta ensangrentada que parecía ocultar algo dentro. Cuando miraron en el interior, el horror se reflejó en sus ojos: se trataba de un cadáver sin cabeza, y al que le habían amputado algunos dedos. Esta es la crónica del crimen de Manuel Chinchilla, un andaluz de 34 años que residía en la barriada palmesana de La Vileta.

Manuel Chinchilla, el joven decapitado