La sentencia, conocida ayer, no impone las mismas penas a los dos
policías, ya que se considera que uno tuvo más responsabilidad que
el otro. El tribunal condena al agente Pedro Antonio Ferrer
Martorell a tres años de cárcel por falsificar un documento
oficial, y además impone una multa de 300 mil pesetas por un delito
de falso testimonio. Su compañero Bernardo Cifre Llompart ha sido
sancionado a un año y seis meses de cárcel como cómplice de un
delito de falsedad en documento oficial, y a una multa de 300 mil
pesetas por mentir en un juicio. Los dos policías han sido
inhabilitados también durante un periodo de dos años.
El accidente que dio origen a esta sentencia ocurrió en la
carretera de Alcúdia el 26 de diciembre de 1992. Estuvieron
implicados dos conductores, entre ellos Antonio Pascual Caldés. Los
primeros que llegaron fueron los dos agentes condenados. Al
corresponder a la Guardia Civil de Tráfico investigar lo ocurrido,
los policías se marcharon del lugar. Realizaron un escueto informe
del accidente.
El día 21 de septiembre de 1995 Pedro Antonio Ferrer y Bernardo
Cifre declararon como testigos en el juicio de faltas que se
celebró por este accidente.
Fue entonces cuando se demostró que los agentes lo habían
confeccionado días antes de ser citados al juicio, según ellos,
porque el primer informe se había extraviado (luego apareció) de
los archivos policiales. Se demostró también que el agente Pedro
Antonio Ferrer salía con una sobrina del conductor que pretendía
beneficiar con su testimonio.
El tribunal considera que no hay dudas de que el informe fue
falsificado para beneficiar a uno de los conductores.
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