Benemérita y policía se movilizan por una amenaza de bomba en Son Sant Joan

El avión de la compañía aérea Britania debía despegar del aeropuerto a las 12'50 horas de ayer, con destino a Glasgow (Escocía), pero una llamada anónima truncó la previsión. Un varón, que hablaba castellano, advirtió a las 12'30 horas de la colocación de un artefacto explosivo.

De inmediato se montó un gran dispositivo de emergencia, en el que participó la Guardia Civil y el Cuerpo Nacional de Policía. Especialistas en desactivación de explosivos (TEDAX) y perros adiestrados subieron al aparato, pero no encontraron ni rastro del supuesto explosivo. La bodega también fue registrada y cada pasajero reconoció su equipaje, para comprobar que no sobraba ninguna maleta. Casi tres horas después el avión pudo despegar.

Los investigadores no descartan que los «bromistas» fueran dos pasajeros que llegaron tarde y no pudieron embarcar. La pareja discutió acaloradamente con los miembros de la compañía aérea. La llamada parece ser que se recibió desde Eivissa, por parte presumiblemente de un familiar de uno de esos viajeros.