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La familia de la joven apaleada la semana pasada por su novio argelino, y que continúa ingresada en el Hospital General, ha pedido que el agresor reincidente sea desterrado «porque de lo contrario acabará matándola».

Abdelkader B., de 38 años, es un toxicómano que desde siempre ha tenido una relación muy complicada con su familia política: «Este hombre ha destrozado nuestras vidas. Mi hija ha recibido palizas de perro y él siempre le amenaza con hacernos daño si no vuelve a su lado», relató ayer la madre de la joven hospitalizada. El pasado miércoles el extranjero agredió salvajemente a su compañera y amenazó de muerte a su suegra. Luego escapó pero la policía consiguió detenerle.

Tras declarar ante el juez quedó de nuevo en libertad y en la tarde del domingo siguió a sus hijos por el Passeig des Born. El argelino, por orden judicial, tiene prohibido acercarse a los niños, que están bajo la custodia de sus abuelos. Sin embargo, durante las celebraciones del Dia de Balears Abdelkader B. espió durante media hora a los pequeños: «La suerte fue que los niños paseaban con mi marido, porque si llegan a estar conmigo me los habría intentado arrebatar», declaró la abuela materna.