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Un joven de 30 años acabó en los calabozos de San Fernando, el pasado jueves, acusado de abusar sexualmente de una deficiente mental en un solar de Son Gotleu. El sospechoso fue sorprendido in fraganti, gracias a la colaboración de una vecina. A las cuatro de la tarde una patrulla del 092 abandonó las oficinas de la Policía Local en esa barriada y fue requerida por una mujer. La señora les comentó que acababa de ver, en un descampado próximo, cómo un varón efectuaba el acto sexual con una discapacitada a la que conocía de vista. El solar se encuentra entre las calles José de Diego e Indalecio Prieto, justo detrás del Punto de Asistencia Continuada (PAC) y la de oficina policial, por lo que los funcionarios se trasladaron a pie y corroboraron la información.

Entre unos matojos de hierba y tumbados, pudieron observar a la chica, con los pantalones bajados, sobre el individuo, igualmente ataviado. Los policías no pudieron concretar si existía penetración, según consta en el parte policial, pero reconocieron de inmediato a la deficiente «con la que la Policía de Palma ha tenido innumerables actuaciones en los últimos años y de la que existe expediente en el servicio de Asistencia Social», añade el parte. Los actuantes, entonces, procedieron a separar a la pareja y conminaron al varón a que se vistiera. En ese momento los agentes advirtieron que el miembro viril del presunto agresor sexual estaba erecto.