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J.JIMÉNEZ Efectivos del cuartel de San Fernando se vieron obligados a tirar la puerta de una casa de la calle Vilanova, en Palma, para auxiliar a un hombre de 78 años que estaba siendo agredido por su hijo, toxicómano.

En la medianoche de ayer una patrulla del 092 fue requerida en aquel inmueble, después de que la víctima consiguiera contactar con los funcionarios. La dotación llegó al piso y llamó a la puerta, pero respondió el detenido, que aseguró que estaba en su casa y que sólo abriría con una orden judicial. Los agentes constataron que Antonio Luis P.S., de 51 años, estaba maltratando a su padre y decidieron derribar a patadas la puerta. Ya en el interior se encontraron con la víctima, muy nerviosa y que señalaba tras la puerta, donde se había agazapado su hijo.

Los actuantes tuvieron que emplearse a fondo para reducirlo y supieron, por boca del septuagenario, que el acusado se había presentado en la vivienda con la excusa de recoger unos enseres y que una vez dentro le pidió dinero. El progenitor se negó y comenzó una agria discusión. La situación degeneró y Antonio Luis P. lo amenazó de muerte y le propinó un cabezazo. La víctima, al final, le entregó cuatro mil pesetas, atemorizado y para que no continuara con los golpes.