P. Matas04/07/99 0:00
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Ramón Corujedo Partagás ha sido detenido en Miami a petición de las autoridades españolas. La Audiencia Nacional le declaró en rebeldía en un auto que se dictó el 26 de junio de 1992. Corujedo estaba acusado de pertenecer a una red internacional de narcotraficantes que introdujo cerca de una tonelada de cocaína en España a finales de la década de los 80. En la red estaban implicados tres mallorquines y uno de ellos, Albons, actuaba como confidente de la Guardia Civil. Tanto en el sumario del Juzgado Central Uno de la Audiencia Nacional como en la sentencia del caso, dictada por la sección primera de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional, se declaró probada la actividad de la red y la colaboración de Albons con guardias civiles de Mallorca.

La red fue juzgada y condenada a un total de 75 años de cárcel el 13 de septiembre de 1993, condena ratificada por el Supremo dos años después. El grupo introdujo 500 kilos de cocaína en Cubelles (Tarragona), y 350 kilos de la misma droga en Canarias. De esta última cantidad, una pequeña parte fue introducida en Mallorca. El alijo era vigilado por un grupo de la Guardia Civil, comandando por el entonces capitán Cuadri, pero 'desapareció' tras ser depositado en una caseta de aperos. Pese a ello se condenó a dos mallorquines por la operación de narcotráfico, a Quetglas y a Vidal.

En la sentencia de la Audiencia Nacional se declaró probado que un grupo de personas integrado por Reginaldo Blanco, María Arrate, Ramón de Temple, José Carbajo, Juan Quetglas, y Francisco Vidal integraban un grupo dedicado a la distribución y venta en España de cocaína importada de Sudamérica. En el grupo estaba también Ramón Corujedo, que sin embargo no pudo ser detenido y fue declarado en rebeldía. La sentencia, en el apartado de hechos probados, señala que en el año 1987 los responsables del grupo, Reginaldo Blanco y Ramón Corujedo, hicieron llegar a Canarias desde Sudamérica un cargamento de unos 350 kilos de cocaína. El encargado de buscar los canales para la distribución era Ramón de Temple. Para la colocación de la droga en Mallorca, De Temple puso en contacto a Reginaldo Blanco con Quetglas. El transporte de la mercancía fue encomendada a Vidal. También intervino en la operación Albons, que mantenía contactos con la Guardia Civil en Balears, principalmente a través del entonces sargento Bernal y del capitán Cuadri, y con conocimiento del teniente coronel Manuel Llaneras, jefe de la Comandancia hasta febrero de 1988, y de Gerardo Soria, segundo jefe del Cuerpo en Balears.