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La propiedad del hotel Uto Palace, en Cala Major, valorado en más de dos mil millones de pesetas, es el motivo de dos querellas presentadas ante la policía y de una investigación que dirige un juez de Instrucción de Palma. Por una parte, un accionista del establecimiento, un ciudadano suizo, asegura que tenía los poderes legales suficientes para vender la mayoría de acciones a un empresario mallorquín, cosa que hizo. Los representantes legales del empresario se personaron hace unas semanas en el hotel y comunicaron el cambio en la propiedad a las personas que en aquellos momentos se encontraban al frente del establecimiento. Parece ser que éstos no se mostraron de acuerdo, puesto que reconocían como dueño a un ciudadano alemán. Uno de los dos, el suizo o el alemán, asegura en sus declaraciones que compró las acciones del otro. Las investigaciones policiales se centran ahora en recoger la documentación necesaria que acredite la titularidad de la mayoría de las acciones. Pero a raiz del 'incidente' y a la duda creada, los abogados del suizo presentaron una querella por una estafa contra el ciudadano alemán y éste, a su vez, formuló otra denuncia, también por estafa, contra el suizo.