La Audiencia confirma la condena al agente de Calvià que disparó a una turista

El tribunal ha confirmado la condena que impuso el juez Pedro Barceló. El magistrado condenó al agente local por una falta de imprudencia y le impuso una pena casi simbólica: un mes de multa a razón de 200 pesetas diárias. La joven italiana será indemnizada por los días de baja, por las secuelas, por la pérdida de dos cursos universitarios y por los gastos médicos que tuvo que sufragar la víctima tras ser alcanzada por la bala.

Los hechos ocurrieron en la noche del día 5 de agosto de 1997 en Magaluf. La policía de Calvià había intervenido esa noche en una pelea entre un grupo de jóvenes. Uno de ellos, de raza árabe, se resistió a la detención. Se metió en un coche y se dio a la fuga. Uno de los policías intentó detenerle, pero al no poder hacerlo avisó a sus compañeros. El policía condenado estaba patrullando con un compañero en la calle Cala Blanca. Iba vestido de paisano. Presenció el incidente del coche y se puso en medio de su trayectoria. El policía desenfundó su arma y quito el seguro. Pese a los disparos intimidatorios el conductor no se detuvo. El agente, para evitar ser atropellado, realizó un movimiento brusco y cayó al suelo. En esta caída el arma se disparó. La bala inició una trayectoria recta y recorrió 134 metros. En su recorrido alcanzó a Paola Boldi. La joven le estaba pidiendo información sobre una calle a un policía local, que no pudo atenderle. El proyectil le atravesó la muñeca derecha y después penetró por su zona abdominal. La bala se quedó colocado junto a la columna vertebral de la turista.