Mark Barton, el especulador que supuestamente asesinó a 12 personas
"incluidos sus hijos y esposa", dejó una nota en la que dijo que
mataría «a los codiciosos que buscaron mi destrucción», informó
ayer la policía.
En una nota que las autoridades hallaron en el apartamento de la
familia en Stockbridge, Barton, de 44 años, describió cómo había
matado a martillazos a sus dos hijos «para evitarles que sufrieran,
sin padre y sin madre».
Barton, un químico que había abandonado su profesión para
dedicarse a la especulación bursátil, es el sospechoso del ataque
de ayer a una oficina de Atlanta, donde murieron nueve personas y
12 resultaron heridas, algunas de ellas de gravedad.
Según la policía, Barton se suicidó dentro de su camioneta
cuando las autoridades policiales lo acorralaron al norte de
Atlanta.
«Me forcé a hacerlo. El uso de un martillo, sencillamente, pareció
una manera apropiada de matar, y una forma de morir relativamente
indolora».
En septiembre de 1993 la primera esposa de Barton, Debra, de 36
años, y la madre de ésta, Eloise Spice, fueron encontradas muertas
en un campamento ensangrentado junto a las orillas de un lago en
Alabama.
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