Las vacaciones estivales son, por regla general, la época del año
más ansiada aunque, en ocasiones, se convierte en un auténtico
calvario para los veraneantes, que de vuelta a casa se encuentran
con el domicilio desvalijado. Por este motivo la Guardia Civil de
Palma ha facilitado un decálogo en el que se recomiendan diez
puntos para evitar a los «cacos» o al menos pornérselo difícil.
El primero consiste en no comentar con desconocidos la marcha
del domicilio, ni dejar notas indicando la fecha de la vuelta. Es
recomendable encargar a algún vecino la recogida de la
correspondencia del buzón, para que las cartas no se acumulen y
sirva como indicio a los delincuentes. También es aconsejable dejar
a un amigo de confianza la dirección y el teléfono de contacto
mientras se esté fuera, y también un juego de llaves de reserva.
Los «escondites» improvisados conllevan, a menudo, sorpresas
desagradables.
El cuarto punto del decálogo benemérito insiste en que es
necesario comprobar que puertas y ventanas han quedado
perfectamente cerradas, incluyendo las que dan a los patios
interiores. Es muy útil hacer un inventario de los efectos
personales y también es un hábito aconsejable marcar con cualquier
contraseña los objetos de valor; de esta manera es posible su
identificación y además puede dificultar su venta en el «mercado
negro».
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