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El magistrado Eduardo Calderón, del tribunal de la Sección Segunda de la Audiencia de Palma, ha concedido una indemnización de 127 millones de pesetas a un joven que quedó en coma tras ser aplastado por un camión de basuras. Se trata de una de las indemnizaciones más altas que se han otorgado en los últimos años en los tribunales de Palma.

El magistrado ha condenado por una falta de imprudencia al conductor de un camión de basuras de Cala d'Or, que al realizar una maniobra de marcha atrás, aplastó a su compañero. El operario tenía sólo 29 años de edad. No perdió el conocimiento pero las lesiones que sufrió le hicieron pasar seis veces por el quirófano. Tras la sexta operación quedó en estado vegetativo, sin ninguna posibilidad de recuperarse.

El accidente de tráfico ocurrió a las seis de la mañana del día 19 de mayo de 1996 en las confluencias de las calles Bonet de San Pedro y Sant Antoni de Cala d'Or, en la localidad de Santanyí.

El joven, que reside con su familia en la localidad de Inca, vivió la maniobra de marcha atrás subido al estribo izquierdo del camión de basuras. El conductor no sabía donde se encontraba su compañero. El camión se empotró con un árbol. El operario quedó aplastado entre el árbol y el estribo del camión. El primer diagnóstico fue la fractura de las dos piernas y de dos dedos de la mano izquierda.

Desde ese momento la víctima y su familia sufrieron un auténtico calvario. Durante los meses siguientes fue sometido a varias intervenciones quirúrgicas. En concreto los médicos intentaron solucionar las lesiones que sufrió en las dos piernas.

Cinco meses después del accidente fue sometido a la sexta operación y, una vez concluida, sufrió una parada respiratoria. Desde entonces ya no volvió a recobrar el conocimiento y está condenado a vivir de por vida en estado vegetativo.

Los padres de la víctima, que han estado representados por el abogado Diego Wencesblat, se han obligados a acudir a los tribunales para conseguir que su hijo sea justamente indemnizado.