Al menos trece trabajadores han muerto y 80 han resultado heridos a
causa de la explosión de un depósito de combustible ocurrida ayer
en Puerto Santo Tomás de Castilla, el más importante del Caribe de
Guatemala, según fuentes oficiales. En las tareas de extinción
intervienen infinidad de bomberos y particulares que acuden como
voluntarios. La deflagración se produjo en la Zona de Libre de
Industria y Comercio (ZOLIC) pero su origen aún no ha sido
determinado con exactitud.
No obstante, trabajadores de la zona han afirmado que se trató
de un depósito de tolueno, un hidrocarburo líquido y volátil que es
utilizado para fabricar colorantes. En las cercanías se encuentran
bodegas con clorato y químicos, así como otros depósitos con gas
propano, que ha acrecentado los temores de que se extienda el
incendio. El ministro de Defensa, general Marco Tulio Espinosa, ha
declarado que 60 elementos del cuartel militar de Izabal y de la
Base Naval del Atlántico se han sumado a las tareas de socorro y
que «ya gran parte de la situación está controlada».
Las compañías transnacionales de combustibles Shell, Texaco y la
petrolera Basic Resources han puesto a disposición sus equipos
especiales para control de incendios. Un número indeterminado de
bomberos de los departamentos vecinos de Zacapa y Chiquimula, así
como de la capital, que viajan por aire con apoyo de la Fuerza
Aérea Guatemalteca, se desplazan también al lugar del desastre.
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