Isabel V. declaró ayer en los juzgados de Via Alemanya y luego quedó en libertad.

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Una patrulla del 092 que casualmente circulaba por la calle palmesana de Sant Vicenç de Paül, una travesía de General Riera, sorprendió a una mujer cuando supuestamente intentaba estrangular a su compañero, que tardó varios minutos en reaccionar porque se había quedado sin respiración.

A las cinco de la tarde del pasado sábado la dotación de un coche patrulla observó cómo la persiana metálica de un bar estaba medio cerrada, pero en su interior se apreciaba movimiento. Los agentes detuvieron el vehículo y se acercaron al local, descubriendo a una mujer de mediana edad en violenta actitud, sobre un hombre que estaba siendo estrangulado.

La fémina era de mayor corpulencia que el varón y éste se encontraba casi inmovilizado. Los funcionarios entraron en el local y separaron a la pareja. El hombre estaba lívido, con serios problemas para respirar y tardó varios minutos en reaccionar. La mujer permaneció muy alterada junto a él, pero custodiada de cerca por la policía. Cuando la víctima, de 58 años, recobró el aliento explicó que llevaba dos días retenido por su compañera sentimental y añadió que justo antes de que la patrulla interviniera lo había intentado asfixiar. Tras escuchar el relato los funcionarios procedieron a la detención cautelar de Isabel V.J., de 40 años, y que negó que hubiera intentado acabar con la vida de su novio.

La señora, muy al contrario, señaló que él la sometía a malos tratos y que esa tarde habían reñido de forma acalorada. Hace pocas semanas ya fue detenida por apuñalarlo en repetidas ocasiones en el mismo bar, que ambos regentan, pero tras declarar ante el juez quedó en libertad y recibió el «perdón» del varón, por lo que volvieron a convivir. La relación entre ambos, sin embargo, está muy deteriorada y el fin de semana volvieron a discutir.