El Cos de Bombers de Palma está 'cansado' de efectuar servicios de
urgencia en municipios limítrofes y de no recibir compensación
económica a cambio. Guillem García, jefe de los bomberos, y José
Manuel Sierra, teniente de alcalde de Governació, anunciaron ayer
que no se negarán a realizar este tipo de servicios «por
solidaridad», pero desvelaron que se están llevando a cabo
contactos con el CIM (Consell Insular de Mallorca) para clarificar
la situación.
García y Sierra comparecieron ayer ante los medios de
comunicación para presentar los datos de la memoria del Cuerpo
durante 1999, pero el tema central del día fue, sin duda, la
polémica por las actuaciones fueron del municipio palmesano. En
total, durante 1999 los bomberos de Palma acudieron en 92 ocasiones
a 15 municipios, la mayoría colindantes (Algaida, Artà, Binissalem,
Bunyola, Calvià, Consell, Esporles, Lloseta, Llucmajor, Manacor,
Marratxí, Puigpunyent, Santa Eugènia, Santa María y
Valldemossa).
García explicó que en durante el año ya finalizado dos unidades
permanecieron diariamente en alerta para responder a las
emergencias fuera de Ciutat y que el coste para mantener este
operativo ascendió a 50.000.000 de pesetas. «En el incendio de
Galilea, por ejemplo, los bomberos de Palma estuvieron trabajando
500 horas y en el de Artà, 170» recordó García, que se quejó que de
que el desembolso lo deba efectuar el ciudadano de la Capital.
«Entendemos que somos el organismo mejor preparado y no dejaremos
de prestar ayuda si es necesario, pero queremos que se nos compense
económicamente», sentenció Sierra.
Sobre la campaña de 1999, los responsables del Cos de Bombers
destacaron la incorporación a la red del Teléfono de Emergencias
122 -que permitió 'liberar' de la emisora a 12 bomberos- y la
incorporación de 15 funcionarios para cubrir las vacantes del año
98 y 99. Las inversiones en mejora de las instalaciones y equipos
nuevos ascendió a 16.000.000 de pesetas y como dato significativo
García señaló que los servicios de prevención y de asistencia
técnica aumentaron un 39%.
Después de dos años de suspensión, el Cos de Bombers patrulló
las rutas de vigilancia forestal en montaña, con más de siete mil
kilómetros recorridos. Sierra y García celebraron que el temido
Efecto 2000 no hubiera convertido Palma en un caos y reconocieron
que se trató de una Nochevieja «de lo más tranquila». Los incendios
en contenedores de basura fueron una de las 'pesadillas' de los
bomberos en 1999 y en diez de esos casos se confirmó o al menos se
constaron indicios de intencionalidad.
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