Durante más de media hora dos delincuentes consiguieron mantener en
jaque a la Guardia Civil, que persiguió su coche, en una peligrosa
carrera, del Port de Pollença a la entrada de Santa Maria. Al final
el turismo volcó y uno de los ocupantes pudo ser arrestado. El otro
fue apresado por la tarde.
La alarma de un local de telefonía móvil del Port de Pollença
saltó a eso de las seis y diez minutos de la madrugada. Una
patrulla benemérita acudió a esa dirección para comprobar qué
pasaba y presenció cómo cuatro individuos, en actitud altamente
sospechosa, corrían hacia un Renault Clío estacionado en las
inmediaciones.
David A., un libanés de 30 años, que reside en un hostal de
Palma, fue detenido antes de que pudiera subir al automóvil y otro
implicado, un argelino llamado Mohamed D., de 25 años, emprendió
veloz huida pero fue alcanzado minutos después.
De forma paralela el COS (la emisora central de la Guardia
Civil) puso en marcha un vasto dispositivo de localización del
Renault Clio, que había escapado al cerco con dos de los
delincuentes. La persecución, que en algunas fases fue espectacular
y no estuvo exenta de riesgo, se entabló a lo largo de la carretera
C-713 y finalizó a las 6'45 horas, cuando el turismo se salió de la
calzada, a altura del kilómetro 16, a la entrada de Santa Maria, e
impactó contra una pared. Ataúlfo Ll.M., de 19 años, quedó
conmocionado a consecuencia del vuelco y colisión y fue arrestado
junto al coche. Su compañero de correrías, Alí L., se perdió raudo
campo a través y consiguió despistar a los funcionarios. A primera
hora de la tarde la Oficina Periférica de Comunicación comunicó que
el hombre estaba plenamente identificado y al cierre de esta
edición fue detenido en Palma, donde tiene su residencia, según
supo este periódico de fuentes del Cuerpo.
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