«Me clavó el cuchillo y yo mismo me lo arranqué de la espalda». El
joyero de la calle Plateria, que el pasado año fue apuñalado
durante un robo en su establecimiento, declaró ayer como testigo en
el juicio que se celebró en la Audiencia contra los dos presuntos
autores del atraco, Vladimír H. y Milena K., nacidos en Chequia. El
fiscal Miguel Àngel Subirán acusa a ambos de robo con violencia e
intento de asesinato, por lo que pide 14 años de prisión para cada
uno.
Los hechos ocurrieron en la tarde del día 14 de enero de 1999.
Los dos acusados se detuvieron frente al mostrador de la tienda. El
joyero les invitó a entrar. Fue la mujer quien le pidió en alemán
que le mostrara cadenas de oro. El joyero le enseñó las piezas. A
continuación, la mujer le pidió que le enseñara cruces y el joyero
acató sus deseos. «Cuando estaba anotando el precio de las joyas
que había elegido el hombre me abrazó con su chaqueta y me clavó el
cuchillo en la espalda». Antes de huir, según recordó el hombre,
«la mujer me arrojó sobre la cara el contenido de un spray». A
continuación la pareja se marchó con varias piezas de oro,
valoradas, a precio de coste, en medio millón de pesetas. Una
tercera parte de estas piezas fue recuperada por la policía, al
detener tres días después a los dos acusados. Vladimír H. se
responsabilizó de lo ocurrido y quiso exculpar a su compañera.
Intentó explicar al tribunal que cometió el atraco obligado por su
precaria situación económica, ya que «no teníamos dinero ni para
comer». El hombre, defendido por Francisco Mas, dijo que no
recordaba con detalle como ocurrieron los hechos, aunque tampoco
negó su participación.
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